La Historia del Arte de valencia.

Este blog está realizado para presentar desde un punto de vista informativo, sin prescindir del necesario rigor histórico, distintos aspectos de la Historia, la Cultura y la Historia del Arte Valenciano.

El territorio valenciano se sitúa en la zona del Levante de la Península Ibérica, siendo un lugar donde se han desarrollado importantes manifestaciones artísticas desde la Prehistoria. Por el territorio valenciano han pasado grandes civilizaciones. Las antiguas civilizaciones de la prehistoria, la cultura ibérica, las colonias griegas y púnicas que se instalaron en estos territorios . La colonización romana, seguida de la conquista visigoda y las colonias bizantinas que se establecieron en la mitad sur del territorio valenciano. El dominio islámico, al cual continuó la reconquista por parte de los reinos cristianos, conviviendo cristianos, musulmanes y judíos. La formación del Reino de Valencia dentro de la Corona de Aragón. Con los Reyes Católicos, el Reino de Valencia se anexionó al territorio español, donde permanece hasta la actualidad, diferenciándose por tener una historia, una cultura y una lengua propia, dentro de los distintos reinos que conforman el actual estado español.

Los artículos son presentados con gran sencillez ante los lectores con el objeto de que su lectura resulte interesante y amena, presentando una serie de enlaces y bibliografías donde se puede buscar y precisar una información más detallada de cada uno de los temas seleccionados.

Espero que lo disfrutéis.




Estudios Valencianos Histórico-Artísticos.
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domingo, 28 de febrero de 2016

Los sainetes de Carmelo Vicent Suria



Autorretrato de Carmelo Vicent Suria, 1926.

Carmelo Vicent Suria, escultor, imaginero, dibujante y artista fallero que nació el 13 de noviembre de 1890 en la alquería de Rovira del pueblo de Carpesa (pedanía de la ciudad de Valencia desde 1898), hijo de una familia de labradores formada por José Vicent Ballester y Filomena Suria Meseguer.
Inició sus estudios artísticos en 1912, formándose en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y trabajando, junto con Julio Benlloch, en el taller del escultor José María Ponsoda.
Miembro de la escuela valenciana de escultura, se dedicó a la talla de esculturas y relieves de mármol y madera. Trabajó la imaginería religiosa y la escultura profana, realizando trabajos en madera policromada con las cuales logró un estilo personal, sobrio y equilibrado.
En 1934 obtuvo el Premio Nacional de Escultura  con  La  moza  de  Cántaro y también logró en distintos certámenes la tercera, segunda y primera medalla en las Exposiciones Nacionales por Labrador valenciano, Homenaje al trabajo y Cristo yacente, respectivamente.
Casado con Salvadora Cortina Lluna tuvieron varios hijos, entre ellos el conocido escultor Octavio Vicent Cortina. Estableció su casa-taller en el casco antiguo de la ciudad de Valencia de forma sucesiva en las calles Calatrava, Caballeros, la plaza de la Almoina y la calle Na Jordana, cambiando constantemente de lugar por cuestiones de acoplamiento, unas veces económico y otras buscando un espacio más saludable por motivo de la delicada salud de su esposa. 
En el año 1927 falleció su mujer, cuando vivían en el estudio de la calle Na Jordana. Se volvió a casar en 1929 con Francisca Alcácer Sanmartín y la familia se trasladó a Madrid, donde Carmelo trabajó con el escultor José Capuz.
Después de una breve estancia en Madrid regresó a Valencia, donde combinó su labor artística con la docencia. Abrió un importante taller en la calle Conde Trenor de Valencia donde trabajaron escultores de la talla de Vicente Balaguer, Juan Huerta y Salvador Furió.
En 1942 obtuvo la plaza de Procedimiento Escultórico y poco después la de Talla Escultórica en la Escuela de San Carlos de Valencia, siendo poste-riormente nombrado Académico de la Escuela de Bellas Artes de Toledo en el año 1952.
Está considerado como el escultor más casticista de su generación. Destacó por su gran maestría en la talla en madera y piedra. Entre sus principales obras podemos destacar el Labrador valenciano (Medalla nacional en 1928), Homenaje al trabajo (Segunda Medalla en 1934), La moza de cántaro (Premio Nacional de 1934), La Piedad (Primera Medalla en 1941), el Sagrado Corazón de Jesús (1941) de la capilla del Sagrario de la basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia, la Virgen de los Desamparados de Valencia (1944), las esculturas de La Justicia y La Prudencia de la fachada del Ayuntamiento de Valencia, el busto de Simón Rojas del Jardín Botánico de Valencia, la Virgen del Carmen del templo de San José de Burriana, la escultura de San Vicente Ferrer del puente del Real de Valencia, Nuestra Señora del Rosario de la Colegiata de Gandía y un largo listado donde podríamos nombrar muchas de las obras religiosas y profanas realizadas por Carmelo Vicent, especialmente sus esculturas procesionales realizadas para distintas cofradías como el Ecce Homo de Alzira, Santa Águeda de Catral, la Regina Pacis de Ontenient, el Cristo de Canyamelar,  el Cristo del descendimiento de Crevillent, etcétera.
Su trabajo se centró, principalmente, en la imaginería religiosa, aunque también alcanzó una gran reputación como constructor de monumentos falle-ros, resaltando los que realizó para las calles Baja-Mesón de Morella (1922), Cocinas (1923), Paz (1924), Bajada de San Francisco (1925), Collado (1925) y San Bult (1927).
Como he nombrado anteriormente, Carmelo fue el padre del también escul-tor Salvador Octavio Vicent Cortina, formando una de las más importantes sagas de escultores valencianos contemporáneos. Ambos trabajaron la iconografía de temática religiosa y se les incluye dentro de la estética realista de corte mediterráneo.
La obra escultórica de Carmelo Vicent está considerada como la más casticista de su generación, exaltándose sus trabajos sobre temática religiosa de tradición española. En estas esculturas destaca la austeridad, confiriéndole un alto grado de misticismo a sus esculturas religiosas. Técnicamente destaca su dominio de la talla en madera y piedra, especializándose en la talla imaginera de carácter religioso. Influido por José Capuz y los escultores realistas castellanos de su época, huyó de lo barroquizante y pictoricista, logrando un estilo personal, sobrio y equilibrado, con inclinaciones decorativistas. Carmelo alternó la imaginería religiosa con la escultura profana, encontrando diferentes elementos clasicistas en sus obras, sobre todo en sus esculturas de carácter profano.
Falleció en Valencia el día 10 de noviembre de 1957, siendo enterrado en el cementerio Municipal de Carpesa, su población natal, donde se le conmemora con una calle que lleva su nombre. 

Los sainetes son piezas dramáticas de un acto, generalmente de carácter popular, que por su brevedad suelen representarse como intermedio de una función o al final de la misma.
El sainete valenciano, en particular, pretendió reflejar la vida social y la idiosincrasia del pueblo valenciano, recurriendo al recurso de que los perso-najes de las clases bajas hablaran en valenciano, mientras que los forasteros, la burguesía y todo aquel que quisiera aparentar riqueza o educación habla-ban un castellano repleto de valencianismos e incorrecciones, buscando una crítica meramente moral. En palabras de Joan Fuster, esta literatura popular saca un excelente partido cómico de la burla dirigida a los castellanizantes, haciendo las delicias del auditorio al aludir a las cursilerías de los valencianos adinerados tratando de hablar en castellano para demostrar una posición social y una cultura que no tenían.
Entre los sainetistas valencianos más destacados cabe nombrar a Eduardo Escalante, Josep Bernat i Baldoví y Francisco Palanca Roca. También fueron numerosos los artistas y escritores que utilizaron este género cómico para referirse a distintas cuestiones como el humor o la moral, tratando de reflejar la sociedad valenciana de la época, entre los que podemos nombrar a José García Capilla, Josep Ovara, Antoni Roig i Civera, Manuel Millàs Casa-noves, Josep Campos Martí, y el propio Carmelo Vicent Suria.
Carmelo Vicent fue uno de estos artistas que dedicó parte de su tiempo y talento a escribir sainetes, presentando una obra que se impregna del ambiente de la huerta valenciana de mediados del siglo XX donde se mani-fiestan sus costumbres, tradiciones, y en general, la idiosincrasia de los huertanos valencianos, de la que era conocedor desde su niñez al haber nacido y crecido en una alquería de Carpesa, enclavada en pleno corazón de la comarca de l´Horta Nord de Valencia.
También queda patente el conocimiento teatral de Carmelo Vicent en su relieve La moza de cántaro, con la que obtuvo el Premio Nacional de Escultura del año 1934, que representa un homenaje a la obra literaria del poeta y dramaturgo español Lope de Vega.
Entre sus sainetes podemos destacar “El so Vicent fa la festa” (s/f), “Mister Gabia” (1951),“Defectes tots en tenim” (1951), “Les barraquetes de Batistet” (1953), muchos de los cuales llevan el sello de la censura franquista al tratar temas como la justicia, o la burla de la misma, que estaban prohibidos por el régimen al considerar que quebrantaban valores como la honestidad.
En este periodo era habitual disfrazar de sainete costumbrista la crónica de una España arrasada, sin infraestructuras, con trabajos precarios, y donde la sociedad se encontraba sometida. El tono cómico servía para tratar de burlar el control de la censura franquista mediante diversas peripecias que escon-dían la realidad de la dura lucha del individuo por la supervivencia en un entorno hostil y retrógrado. Contra lo que parecía previsible, no solo se censuró a los autores antifranquistas que trataban temas como la política o la religión, también se impusieron cortes y prohibiciones a los autores conser-vadores en los temas relacionados con la moral o el sexo.
El sainete “Mister Gabia” de Carmelo Vicent es un Juguete cómico en un acto que se divide en 15 escenas. La trama transcurre en el interior de una modesta casa de la huerta valenciana que, según se narra en la obra, se encuentra cerca de la población de Benimaclet.
Los personajes son: Telesforo (Mister Gabia), que se dedica a reparar gavies (jaulas para pájaros), es el amo (dueño) de la casa y es apasionado a la pesca y asiduo a la taberna; Verderól, amigo de Telesforo que ha robado el pato que se va a cocinar para la comida; Titarrufo, trabajador en casa de Mister Gabia; Demesia, criada de la casa; Inosensio, cabo de los guardas (Guardia Rural) y novio de Demasia.
Esta obra teatral, según la censura franquista, quebranta y ultraja la ética y la moral de la época, al presentar a uno de los personajes que trata de burlar la justicia después de haber cometido un pequeño robo, del cual se encuentra completamente arrepentido, como podemos apreciar en la última escena cuando Verderol, autor del robo, dice; Me han fet pasar un mal rato, pero pasà ya el perill, de huí en avant no vullc pato; domés mencharé conill.



Bibliografía:
-AGRAMUNT LACRUZ, Fco. (1999), Diccionario de artistas valencianos del siglo  XX, Valencia, Albatros.
-AGUILERA CERNI, Vte. (dir.), (1988), Historia del arte valenciano (6 vols.), Valencia, Biblioteca Valenciana.
-GARCÍA-OSUNA, Carlos (1986),  Octavio Vicent: La serena belleza. Valencia, Vicent García editores.
-IGLESIAS BAYARRI, Fco. (2013), La obra escultórica de Carmelo Vicent SuriaValencia. Zamit, Coop. Gráfica valenciana.
-L´escultor Carmelo Vicent i  Suria (1890-1957), El Cresol, 15 abril, 1997.
-SANSANO, B. (1994), Els estudis sobre el teatre popular valencià: el cas del sainet. En; L´aiguadolç. Revista de literatura, nº 19-20. Valencia.
-ROBIRA, Alfonso (2009), Estampas y recuerdos de Alzira (74). Historia de la imagen del Ecce Homo. Dar cristianamente la talla. 20 de junio de 1993. Alzira, Valencia, El Seis Doble, 12-07-2009. 
-Tres grandes artistas en una sola familia. Manuel Palau, Carmelo Vicent y Octavio Vicent. Levante, 13-01-1957.




Enlaces de interés:

http://esthisart.blogspot.com.es/2012/03/carmelo-vicent-suria.html
https://dl.dropboxusercontent.com/u/62271624/mister%20gabia.pdf